“Eligió libremente marcharse antes de dejarse arrastrar por la enfermedad. Creo que en esas circunstancias Peter tuvo lo que quería: una buena muerte”.
Esta fue una de las tantas declaraciones del famoso escritor de novelas de ciencia ficción Sir Terry Pratchett que acapararon los medios a nivel mundial. Es que, a pesar de que hayan pasado dos días desde la difusión de su documental “Choosing to Die” (Eligiendo Morir) por la cadena pública BBC2 aún genera controversia las imágenes del suicidio asistido del multimillonario hotelero británico Peter Smedley, de 71 años.
Según una nota publicada por el diario24.com, el film comienza en la localidad británica de Guernsey, donde vivía Smedley, y lo acompaña hasta la clínica suiza Dignitas, que en los últimos 12 años ayudó a morir a más de mil pacientes terminales.
_ ¿Está seguro de que quiere tomar este medicamento que lo hará dormir y luego morir?
_ Sí, seguro.
En ese momento, el multimillonario bebió un líquido que preparará su estómago y luego ingerirá un cóctel de barbitúricos y Nembutal que, primero lo duerme y luego termina con su vida; con su enfermedad de neuronas motoras. De esto ya pasaron unos siete meses, ocurrió en diciembre último.
De acuerdo con la página oficial de Care Not Killing, una alianza de más de 40 organizaciones humanistas, el documental constituye un riesgo para la gente vulnerable hasta el punto de fomentar al suicidio, como lo muestra una estadística que en 2007 había 3.993 suicidios y en 2009 se incrementó a 4.390.
Asimismo, los directivos piden que se lleve a cabo una investigación sobre el modo en que la BBC muestra los suicidios asistidos.
Por otro lado, Charlie Russell, quien dirigió y produjo hace dos años “Terry Practchett: vivir con la enfermedad del Alzheimer dejó un comentario a favor del director: “Él es brillante en la lucha libre con los interrogantes morales que el sujeto vomita. Ayudar a alguien a tener una muerte asistida es todavía técnicamente ilegal, por lo que fueron muy cuidadosos para asegurarse de que estábamos allí sólo como observadores imparciales. No se viola la ley, a pesar de que era imposible no sentir una profunda conexión con Peter y su mujer. Todos los involucrados en la producción, sea cual sea su opinión sobre la legalización de la muerte asistida, se han visto profundamente afectados por la experiencia”.
La BBC negó las acusaciones de partidismo respecto a este tema que, en Reino Unido no sólo está prohibido sino que la pena es de 14 años de cárcel, y afirmó que “el documental le dará la oportunidad a los teleespectadores de formar su propia opinión” ya que se plantean todos los puntos de vista del suicidio asistido.
Pratchett padece una rara enfermedad de Alzheimer en fase temprana desde 2008 y optaría por terminar con su vida en lugar de fallecer por una enfermedad degenerativa. “Soy un firme creyente de la muerta asistida- afirmó en su página web- Creo que en posesión de una enfermedad debilitante e incurable se debe permitir escoger la hora de la muerte, y yo quería saber más acerca de Dignitas en el caso que siempre he querido ir… yo mismo”.
Seguramente el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido continuará pero como dijo Russell: “Depende de usted decidir si los últimos momentos son profundamente conmovedores, inquietantes o más bien ordinarios”.
Brenda Caletti
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