11 may 2011

CLASICO

Pop art a lo Tarantino
Es casi imposible no asociar la canción “Girl, you’ll be a woman soon” (Nena serás una mujer pronto) con una Uma Thurman con pelo corto negro que baila por el living de su casa o la cotidianidad con la que John Travolta junto a Samuel Jackson conviven con la muerte para cobrar deudas de su jefe gángster.
Diálogos irónicos, violencia, hasta a veces humor negro y una constante referencia hacia el arte y la cultura pop son algunos de los elementos más sobresalientes de Pulp Fiction o Tiempos Violentos, como fue conocida en Latinoamérica,  clásico de los años 90 dirigido por Quentin Tarantino y que, en cierta medida, revolucionó la manera de hacer y de pensar al cine.


Se estrenó en el Festival de Cine de Cannes en mayo de 1994 y ganó la Palma de Oro. Después obtuvo el Globo de Oro al mejor guión y siete candidaturas en la 67° edición de los Oscar aunque sólo fue galardonada como Mejor Guión Original.
También hay que resaltar la talla de actores: John Travolta, Samuel L. Jackson, Bruce Willis, Uma Thurman, Harvey Keitel, Tim Roth, entre otros, y hasta el mismo Tarantino interpretó a Jimmie, amigo del personaje de  Jackson.
La historia es como un círculo: comienza en una cafetería donde una pareja de ladrones roba después de desayunar allí. Luego, las letras amarillas en estilo pop art con la leyenda Pulp Fiction y directamente Vincent Vega (Travolta) y Jules Winnfiled (Jackson) en un auto para saldar la primera de las muchas deudas.
La película está dividida en capítulos, cada uno con su nombre y en cada uno de ellos cobra importancia tanto el pasado como el presente del personaje.
El primero se llama “Vincent Vega y la esposa de Marcellus Wallace”. Vega debe invitar a cenar a Mia (Uma Thurman), esposa de su jefe y el problema es que lo que comienza como un favor hacia Wallace tiende a terminar como traición; sobre todo porque ella es joven, bonita, arriesgada y, lo que Vega desconoce, adicta a la cocaína. Acá se desarrollan dos de las escenas más famosas de la película: el baile entre Vega y Mia y el de Mia en su casa.


Le sigue “El reloj de oro” donde el protagonista es Butch (Willis) quien estafa a Wallace e intenta escapar de la vida que lleva junto a su novia. Al final, el destino le deparará un camino que no esperaba.
El último es “La situación con Bonnie” donde vuelven a aparecer Vega y Winnfiled y le piden ayuda a Jimmie, esposo de Bonnie, para limpiar el cadáver y la sangre de su auto.
Al final de la película, Winnfiled le plantea a su compañero la posibilidad de una vida tranquila sin más muertes ni trabajo sucio y están en la misma cafetería donde la pareja del principio está por robar.
Nada mal para un Tarantino que aún no pensaba en Kill Bill o en Bastardos sin Gloria. Nada mal para una nueva mirada del cine que siempre tiene las puertas abiertas para nuevos clásicos.



Brenda Caletti

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